Qué hermoso es cuando la voz de una persona se instala y juega en tus oídos hasta hacerte sentir cosquillitas de alegría; eso me pasó anoche escuchando en vivo a Jorge Drexler en el Teatro Caupolicán, acompañada además, de la persona que amo y despierto cada mañana mirándolo a los ojos y él me susurra al oído... hola! me da un beso en la boca que suena como el cantar de un pajarito.
Foto: José Luis R.